jueves, 27 de diciembre de 2012

Cada quien llega con su rancho cultural


Nota del Autor: Inicialmente pensé en titular esta reflexión con el título ¿Quién se llevó mi coleto?, pero el título no le hacía honor a mi necesidad de compartir algo más. Así que formalmente notifico: Si no les gusta el título, pues quéjese con el autor (que con gusto escuchará sus comentarios).

Ahora y sin más preámbulos, una historia de horror.

En panamá no existe el concepto de coleto (y por transitividad, el concepto de haragán).

Para todo aquel venezolano que ha vivido en su país, existe una ley cardinal no escrita en donde en su casa no pueden faltar tres cosas:
  1. La cafetera (aunque no tomes café, para las visitas siempre hay que tener).
  2. Alguna virgen/santo/imagen espiritual (por un tema de fé en la protección de los nuestros y del santo hogar).
  3. Un haragán y un coleto (porque siempre hay algún sucio que limpiar).

El coleto forma parte de lo autóctono, es una imagen de nuestra identidad como país. Habla de la limpieza al detalle que siempre buscamos (o que tratamos de aparentar). Busca una casa sin coleto en venezuela y no la encontrarás. Es imposible, tan sencillo como eso.

En pocas palabras, un coleto y un haragán hablan de muchas tradiciones venezolanas: alguna limpieza profunda que nos obligaron a hacer, algún desastre que tratamos de esconder, algún momento en el que usamos nuestra imaginación y peleamos a los piratas/caballeros con algún vecino (porque coleto sin escoba no es coleto), algún animal que espantar. En fin, puedo enumerar cualquier cantidad de situaciones en donde un coleto (o su haragán) son no sólo útiles, sino indispensables para las necesidades de un hogar venezolano.

Mi sorpresa es que haciendo mi primera compra de recién mudado (e inmigrante por si no lo sabían)  descubro que no sólo no hay coletos, sino que el concepto es increíble para la gente.

Es desesperante hablar el mismo idioma y no darse a entender.

Así que sin mucho detalle les explico

AQUI HAY MOPAS. Para el que no sabe qué es una mopa (o trapeador), aquí les dejo una foto:

Y su nombre será GREÑUDA...

Inocentemente, compré una de estas maravillas de la tecnología (la de la foto es mía), pero al tratar de usarla como se usa un coleto/haragán, descubro que no sólo lo estoy haciendo mal, sino que lo estoy haciendo terriblemente (es decir, en vez de limpiar lo que estoy haciendo es un total y absoluto desastre).

Para aquel que me conoce, sabe que soy persona de retos, así que intenté VARIAS veces buscar la forma de auto-enseñarme a usar este misterioso aparato, ya que por dios, soy ingeniero con postgrado, ¿qué tan complejo puede ser pasar un coleto… SIN COLETO?

Entonces recordé que yo no aprendí solito a pasar coleto: me enseñó mi mamá. Claro, mi mamá es venezolana y su respuesta fue "En lo que vaya te llevo dos coletos y un par de haraganes". Si bien agradezco la intención, la solución no es ponerme a importar coletos (aunque sería un negocio interesante con la cantidad de venezolanos aquí), sino romper la barrera cultural.

Así que fui directo con la fuente: Conversé con una de las señoras que limpia la oficina, le expliqué mi predicamento (dejo a su libre imaginación la cara que puso la señora) y después de un par de consejos me explicó con cierto nivel de detalle su técnica de limpieza. Fui centro de un congreso sobre el uso correcto de la mopa, ya que se acercaron tres señoras más a explicarme sus técnicas. Realmente la mopa aquí es como el coleto en Venezuela, cada quien con su técnica y trucos.

Me pareció muy curioso que nadie les hubiera preguntado antes (estando es una oficina donde el 90% de la gente es extranjera, la estadística de ser la excepción me impresionó). Al preguntar a mis compañeros, descubrí que el negocio de la importación de coletos sería mejor negocio de lo que creo: casi todos pagan a alguien que les limpie la casa porque no saben limpiar si no es con los implementos venezolanos. Para no generar una crisis nacional por quitarle el trabajo a las señoras de servicio, decido formalmente no dedicarme al negocio de importar coletos/haraganes.

Ya sin miedo y después de tener mi certificado de asistencia al congreso internacional de la mopa/trapeador, me puse a practicar en la casa. Debo confesar que la técnica es más compleja que el uso del coleto/haragán, pero bien hecha el resultado es bastante satisfactorio. Tengo ideas interesantes para una técnica coleto/mopa/haragán que me permitan expandir mis ideas de negocio (conozco gente en Venezuela que mataría por una buena mopa en las manos correctas).

Hay muchas moralejas en esta historia, cada quien que se quede con la suya, pero la realidad es que no dejo de pensar en lo simple que es todo cuando decides que es alguien más quien decide tus valores, eres tú mismo el que decide cuando y como afrontar los retos y aprender de ellos, fortaleciendo tus valores en el camino. 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Ángeles en la Vida

Sé que no soy el único al que le ocurren estas cosas, pero la realidad son el tipo de situaciones que me hacen realmente pensar en que existe buena gente. A ver que opinan.

Dado que me estoy mudando, que mi esposa no está conmigo ahorita (Dios mío, que falta me hace) y que el apartamento al que me estoy mudando está completamente vacío, queda en mis manos armar un hogar teniendo en cuenta que:
  1. Tengo el dinero contado
  2. Ando a pie
  3. No tengo ni la menor idea de lo que tengo que hacer
Así que después de mudar mis pocas maletas de un apartamento corporativo a un apartamento propio, definí claramente mis prioridades
  • Comida
  • Diversión
  • Día a día de la casa (Cocina y limpieza)
Es decir, primero ir al automercado a hacer una primera compra (tengan en mente que NO tengo carro, lo cual dificulta enormemente cualquier actividad que involucre el transporte de cualquier cosa) y luego de eso organizaría las demás actividades.

Hasta los momentos no había hecho una compra como dios manda en esta ciudad, así que conseguir todo en un sólo automercado, pues realmente asusta para alguien que tiene toda su vida adulta buscando productos en varios automercados.

Después de la compra y un viaje rápido en taxi (hay una línea justo afuera del automercado, así que no soy el único tonto que piensa en hacer compras inmensas) me decido por ir a buscar ofertas navideñas en electrodomésticos.

Al llegar a una de las tiendas (ya tengo tres horas caminando) lo veo: UN TELEVISOR. El me vé, me llama, me hace señas... Yo, inocente, lo veo, lo analizo, veo el precio, me imagino cómo se debe sentir verlo en mi cuarto (o en la sala) y es amor a primera vista. Aparte, había 20% de descuento por ese día. Imposible pelarselo. Durante mis coqueteos iniciales, observo un señor, que se encuentra en una conversa interesante con su esposa sobre qué televisor comprar. Hablamos informalmente, de ese tipo de conversaciones casuales tipo:

- Mi esposo - Dice la señora - Quiere un televisor que dure para toda la vida, porque él es de los que no cambia las cosas sino hasta que están fuera de la capacidad de reparación -
- Bueno - respondo yo - La verdad es que estos televisores siempre me han salido buenos - Tratando de ser amable, le señalo algunas cosas que me gustan de los televisores que están viendo.
Después del horrible trámite del dinero (siempre ese paso me genera incomodidad), me dirijo al área de entrega y observo a la simpática pareja también esperando un televisor. El señor empieza a conversar conmigo de manera informal, sin muchas complicaciones, acerca de lo importante que son estas compras para él.

Yo empiezo a pensar en algo que no había pensado hasta ese momento: Cómo demonios voy a transportar yo un televisor TAN grande a pie. Aparte, para llegar a la casa tengo que pasar por un desfile en la ciudad, lo cual hizo que automáticamente descartara casi cualquier taxi (muy groseros de paso).

Al escuchar mi historia, el señor me dijo: "Vente con nosotros, que te llevamos, mi esposa me había dicho que si necesitabas ayuda podíamos ayudarte"

Así de simple para él. Yo era un extraño, ni siquiera sabía mi nombre, con todos los prejuicios que yo tengo de venir del país de donde vengo. Y aparece esta pareja de ángeles en un momento donde mi mente disparatada había hecho una locura (Comprar un televisor sin saber donde ponerlo). 

Hay que tener en cuenta que soy una persona que raramente pide ayuda, y menos aún a los extraños. Tiendo a ayudar a la gente sin esperar nada a cambio (mi esposa me dice que soy medio tonto, pero justifico su pensamiento por el país de donde vengo), pero para que yo pida ayuda, realmente tiene que ser algo que está fuera de mis capacidades POR MUCHO.

Acepté, pero al ver que llegar a mi apartamento era una odisea (les comenté del desfile, ¿verdad?) traté de que me dejaran en algún lugar en donde pudiera transportar a pie el televisor por unas 5 cuadras. Ellos se negaron. Dieron una vuelta inmensa para llegar a mi apartamento por otro lado. Los atrasé en su domingo. Realmente me sentía mal.

Cuando me dejaron (Y me ayudaron a descargar el televisor), no tenía palabras de agradecimiento, pero la esposa me dijo:

- Uno no sabe cuando puede obtener ayuda - Me dijo al darme su tarjeta - Yo en su momento fui ayudada en muchos lugares cuando más lo necesité, así que no te preocupes -

Sus palabras han tenido mucho impacto en mi mente, me hacen estar seguro de las decisiones que he tomado en mi vida.

Es por esto que escribo esto, para reforzar el pensamiento de que existen ángeles en la vida, que aparecen en cualquier momento, y te hacen recordar por qué las cosas son como son.

A esos ángeles, gracias... Voy a seguir mi rumbo sabiendo que otros pueden necesitar mi apoyo en algún momento.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El Inmigrante Turista

 Si algo he aprendido en estas dos semanas que llevo aquí, es que el tiempo pasa más rápido de lo que uno cree.

Llevo poco tiempo en mi nuevo lugar de trabajo como para generar algún juicio. Algo que sí tengo claro es que como todo trabajo, hay cosas buenas y cosas malas. todo para mí es un reto, así que no estoy en una mala posición. Siempre aprendiendo, siempre buscando ser mejor de lo que fui ayer.

Llevo el suficiente tiempo como para tener ideas iniciales de cómo se manejan las relaciones sociales en mi entorno inmediato. Pero no voy a hablar de ese punto, aún mis nociones iniciales me parecen confusas.

Ahora, tengo suficiente tiempo aqui como para hablar como un Turista. Ya tengo dos semanas aqui, el tiempo máximo en lo que un turista puede ser considerado como tal. Después de ese tiempo, ya entras en un espacio que he decido llamar "El inmigrante turista".

En este tiempo ya conozco lo suficiente de una región de la ciudad como para moverme cómodamente, es como establecer tu perímetro inicial. Hay gente que define ese perímetro como es espacio entre los tres lugares más importantes: Tu casa (temporal o permanente), tu lugar de trabajo (o si estás realmente de turista, el lugar a donde más te diriges) y tu lugar de esparcimiento (en mi caso, el centro comercial que más me guste). 

Por mi naturaleza bizarra, decidí que mi espacio de comodidad iba a incluir la mayor cantidad de ciudad posible.

Así que me puse a caminar.
 
Una bonita ciudad para caminar sin lugar a dudas

El primer día caminé sin ninguna ruta definida, simplemente absorbiendo la mayor cantidad de sensaciones visuales, auditivas y olfativas posibles. Caminé más o menos 2 horas por avenidas que consideré principales a mi ojo experto. Aprendí mucho de la ciudad viendo a la gente caer en su propia cotidianidad: esperar al transporte público, caminar desde sus lugares de trabajo, conversar casualmente en un restaurant, comer algo en un puesto ambulante, trabajar, y quién sabe qué otra actividad más.

En otras palabras, fui netamente un expectador más.

Después de ese primer día, donde terminé total y absolutamente aturdido, coordiné varias actividades de búsqueda de residencia permanente, donde me llevaron a varios lugares a ver posibles sitios de hospedaje. Hay que tener en cuenta que al ser la primera vez que me montaba en un carro estaba literalmente perdido: Bien me hubieran podido llevar a otra ciudad y no me hubiera dado cuenta.

Viajar en una ciudad nueva, de pasajero, en un carro, es totalmente confuso: Aún cuando mi brújula interna es buena, realmente me perdí. Ví muchas calles, pero en realidad nada significaba para mí. Las personas con las que estaba me decían: "Esta zona es céntrica, bonita, tiene bastante acceso, etc". Soy una persona que cree en los demás, pero la conversa me sonaba demasiado a ventas, así que no me la creí en un principio.

Así que después de un buen rato viendo apartamentos, regresé a un punto conocido (es decir, me dejaron botado en el primer lugar que reconocí porque realmente no quería seguir saltando de lugar en lugar sin entender nada) y tomé una decisión: Volver a recorrer el trayecto a pie.

Empecé a conectar lugares con sensaciones, a recordar por donde había caminado sin rumbo, a respirar el aire de la ciudad como uno más. Y al empezar a conectar todo ese caminar, descubrí que mientras más caminaba, más empezaba a entender la ciudad.

Hice la misma actividad casi una semana seguida (creo que la agente de bienes raíces empezó a cansarse de mí), aprendiendo todos los días un poco más, trazando nuevas rutas, hablando con la ciudad en el idioma de la calle. Hasta que llegué al punto en el que dejé de escuchar y empecé a hablar.

Me falta demasiado por conocer, pero ya voy agarrando el truco

Me monté en un autobus, caminé y no necesité buscar un mapa para saber donde estaba. Pude apuntar hacia donde estaban las cosas.

En ese momento fue que me enamoré de la ciudad.

Me enamoré como el primer amor adolescente, el que no ve ni entiende que es lo que le gusta, el que apenas conoce a ese objeto del afecto. Pero en realidad me enamoré.

Eso significa que en algún momento dejaré la inocencia y empezaré a pelear, a no escuchar, a dejar de sentir el mensaje, a no escuchar lo que en realidad me quieren transmitir.

Pero ahorita soy un simple inmigrante que tiene el suficiente tiempo para entender lo que la ciudad tiene para ofrecer. 

A ver que me consigo después. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

Espíritu de Aventura


Han pasado 10 días desde que hablé de mi despedida.

Han pasado 4 días desde que empecé a hablar de mi bienvenida.

He recorrido más espacio en mi mente del que creí posible.

He caminado menos de lo que quiero, pero más de lo que creí posible.

He sido retado mental y físicamente, y la verdad, estoy totalmente impaciente por demostrarme que estoy al nivel del reto.

No puedo juzgar nada, soy como un bebé recién nacido en un lugar que no conozco. 

No puedo decir que estoy mal, al contrario, estoy bastante bien.

No puedo decir que soy feliz, la felicidad es un estado por el que se trabaja.

No puedo decir que estoy triste, la tristeza depende de un estado de incomodidad que no siento.

No puedo decir que ha sido complejo, porque la realidad es que estaba preparado para un cambio tan profundo en mi vida.

No puedo decir que no extraño nada, ya que estoy separado de las personas a las que más quiero temporalmente.

Pero sin lugar a dudas puedo decir que estoy en paz.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Un montón de tonterías


Hace poco tomé la decisión más difícil de mi vida hasta el momento.

La tomé porque exactamente era eso. La más difícil.

No les puedo mentir, no ganaría nada con eso. Soy una persona que nací en una vida privilegiada en este país:

  • Mis padres son profesionales y están juntos desde hace 30 años. 
  • Mi hermano es tremenda persona y un profesional genial.
  • Nunca tuve necesidades (He trabajado para obtener lo que tengo y nunca se me ha regalado nada por mi lindo rostro)
  • Estudié en una muy buena escuela (donde conocí el valor de lo que tengo)
  • Me gradué en una gran Universidad (donde la excelencia era siempre la meta)
  • Me casé con la Mujer de mis sueños (que a veces me tiene cero paciencia)
  • Trabajé con los mejores profesionales (y creo que aprendí más de lo que creí posible)
  • Nunca he tenido problemas económicos (aunque no me molestaría no tener tantas deudas)
  • Vivo en una zona relativamente segura (y es muyyyyy relativo en Venezuela donde no hay lugar seguro hoy en día).


Y entonces me pregunto: ¿Por qué decidí dejar todo y volver a empezar en otro país?

Porque tomé una decisión.

Tomé la decisión de no seguir dando poder al que no lo merece.

No lo tomen políticamente hablando. Por lo menos no al principio.

No estoy a favor de nadie. Tomé la decisión de irme antes de las elecciones presidenciales de mi país.

Y les explico rápidamente por qué tomé la decisión.

Estamos atrapados. Todos los que estamos leyendo esto estamos atrapados.

Atrapados físicamente en una ciudad/estado/país donde después de las 6 PM tienes miedo de salir y lo peor aún, en donde dejar de confiar en la gente. 
Atrapados económicamente porque no importa que dos profesionales trabajen hasta decir basta porque lo único que haces es subsistir (y pagar las tarjetas de crédito). 
Atrapados emocionalmente, porque le dimos poder de afectarnos a quien nunca debimos darle ese poder. Porque nos estresa cuando alguien habla y no entendemos lo que significa la solidaridad. 
Atrapados mentalmente, porque estamos resignados como país a estar polarizados. A odiarnos unos a otros. A buscar castigar en ambos sentidos porque creer en una ideología u otra. 
Atrapados sin querer ver la salida, porque todos tenemos sabemos en donde estamos,  pero tememos saber a donde vamos.

Y pues me harté de darle vueltas a esta rueda.

Me cansé de no ver el futuro que quería para los míos.

Y tomé la decisión más difícil de todas.

La de dejar todo atrás y avanzar. Porque no les miento: Irse de tu país, sobre todo porque no me voy con odio, ni mucho menos deseo, es algo realmente complicado.

Tan complicado que no quiero hacer las maletas. 
Tan complicado que no sé ni siquiera por donde empezar. 
Tan complicado porque sé que es la decisión correcta, y aún así, no termino de creer que soy lo suficientemente hábil para decir: es hora de seguir mi camino
Le pido disculpas a todos los que quedan aquí. Yo me bajo del autobús para buscar otro. 

No me caigo a mentiras, el otro autobús puede ser peor.

Pero hoy prefiero el bueno por conocer y dejar atrás al malo conocido.

Nos vemos al otro lado del espejo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Aquí trabajé YO

Nota Previa: Hoy fue mi último día laboral en un gran lugar. Extrañaré mucho a toda la gente con la que trabajé, pero la vida debe continuar. Esta es mi carta de despedida.

Aquí trabajé YO


Esta es una carta de despedida.

Quiero ser conciso, sin muchas palabras rebuscadas, ni mucha complejidad.

Por más de 7 años fui parte de una red de excelencia, orientada siempre a buscar más de cada quien. Estoy agradecido por ello.

Viví épocas buenas, épocas malas, épocas simples y épocas difíciles en mi tiempo aquí. Ninguna mejor que la otra, todas diferentes y con algo nuevo que aprender.

Digo con orgullo que algo de la red quedó en mi. Espero que algo de todo lo que hice perdure en el tiempo.

Quiero agradecer a todos los que me acompañaron en este viaje. Fue realmente divertido.

Siempre los tendré a todos en mi mente, no se olviden de los locos que en algún momento estuvimos por aquí.

Mucho éxito a todos,

martes, 7 de agosto de 2012

Crazy Inspiration


Readers Note: It has been a complex months. But today I awoke with an smile on mi mind. enjoy

The most accurate memory that I have is to grab a sheet of paper, a pencil and write those famous words: "Put the spare drink tickets here". I really didn't knew what was I thinking, I only knew that my success was going to be measured not by how many tickets did we got (we got quite a few actually), but how could I was going to break the crude tension that the day gave us.

- I don't know if this idea is going to work - I don't remember the exact words, I only remeber the feeling of defeat on her eyes.

- Let's do it for 5 minutes, if it doesn't work, I'll buy you dinner - It was a long shot, but I was so confident on my strategy, that I didn't need to worry about it.

The first minute passed and our hands were empty.

The second minute passed and we still didn't get any ticket.

On the third minute, a group of asian people gathered around us, read the sign (It was a very fast pace writting, so it was a very complex thing to read), they cut their tickets and gave it to us with an smile. She smiled at me and said:

- You are lucky, the asians always follow the signs - Again, I don't remember the exact words, but in my mind, I agreed with her.

I thought on giving up on that exact moment, I was never going to beat the cultural differences between us.

But on the fourth minute a very funny man approached to us and spoke very loud:

- This is the BEST idea I saw on the entire convention - He told to the people that were with him - We were going to toss the tickets, but your out of the box thinking make me laugh and enjoy a lot, so you won every one of these - And he gave us so many tickets that we couldn't believe our luck.

I saw victory on her eyes. Even when the fourth minute hasn't been ended when I told her: 

- Let's retire and enjoy the treasure.

- There is a minute left... - She didn't want to end the moment.

- Every great moment has to end, even this perfect moment - I took the pice of paper and put on my backpack.

I don't know exactly why I started that crazy moment. 

It was as crazy as hell. 

It was an inspirational moment.

I didn't care if I didn't drink a lot.

I didn't care that we never saw each other again after that day.

It was the moment that my mind showed to me what a crazy moment can be.

And how wonderful it was.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Tierra de SuperHéroes


Creo que forma parte del espíritu del ser humano creer en que existe alguien o algo más grande que nosotros que vela por nuestra seguridad, pero a veces creo que rayamos en lo absurdo.

Dada mi línea de trabajo (Consultoría especializada de sistemas informáticos) la creencia en superhéroes es algo que está inscrita en cada una de las personas con las que trabajo. Pensamos frecuentemente en héroes, buscando que otros resuelvan las crisis, ya sea en la búsqueda de una respuesta, en la delegación de actividades, o simplemente buscando un ser humano que está por encima de nosotros en conocimiento y resuelva ese misterio que se nos escapa a nosotros los mortales. 

No importa de donde provenga, nuestro deseo de que en nuestros peores momentos alguien más nos ayude forma parte tan integra de nosotros que no podemos evitarlo.

La mayor parte de mi vida profesional he estado laborando en un espacio de trabajo donde todos los días veo superhéroes: Personas que son realmente especializadas en su trabajo, que normalmente afrontan los problemas sin miedo y que resuelven sus problemas con relativa solvencia. Ahora, son superhéroes con un sólo poder: Sólo saben resolver un tipo de problema.

Esa es una gran fortaleza, pero también una gran debilidad. Es impresionante lo frágil que puede ser una red cuando un elemento clave se desconecta. Es como si ocurriera una gran crisis ya que los superhéroes restantes inicialmente no saben como manejar ese desbalance. Usualmente es algo temporal, ya que siempre surge algo que busca llegar a un nuevo balance (creo que es por eso que todos los días escuchamos acerca de nuevas grandes hazañas hechas por "desconocidos").

Pero: ¿qué ocurre cuando ese desbalance es mayor al esperado? ¿Cual es el punto de quiebre en donde la estructura de acción deja de ser efectiva? ¿A quién recurren los superhéroes cuando ellos están en apuros?

En los últimos meses he estado viviendo una gran "reestructuración" del ambiente donde me desenvuelvo, en donde grandes superhéroes (y alguno no tan grandes) han decidido que es momento de retirarse a continuar su camino en otra vía.

Usualmente no tengo problemas con eso, siempre he sido una persona que trata de verle el lado bueno a cada situación, pero últimamente he visto de manera más evidente que ese componente de superhéroe está más arraigado en nuestra conducta de lo que pareciera. Y así es como caí en cuenta que estoy viviendo una gran crisis de héroes.

Haciendo uso de mis conocimientos en Comics (no son muy amplios, pero si específicos) les comento algo interesante: Los Vengadores (Los mismos que ahorita tienen una película muy taquillera y muy recomendable) hace un tiempo presentaron una historia centrada en una Guerra Civil entre ellos mismos (Marvel Civil War), en ella, se presentaba la problemática de qué ocurre cuando las bases de una sociedad fuerzan un cambio estructural que hace dudar la propia moral en la que se sustentan todos los héroes de los comics.

Sin dar muchos adelantos al tema, imaginen que todos los superhéroes tuvieran que pensar si efectivamente son superhéroes, o simplemente son sujetos que están ahí en situaciones extremas y que por suerte han podido salir victoriosos. Debido a eventos inesperados, se presenta la situación en que se hace evidente que la sociedad es feliz y te deja ser quien eres mientras eres victorioso, y que las costuras y defectos sólo se presentan cuando empiezas a perder.

Claro, este tipo de situaciones no ocurre de la noche a la mañana, se va madurando hasta el momento en el que hasta la más mínima situación detona una crisis.

En mi trabajo el año pasado, sin dar muchas referencias detalladas, ocurrió lo mismo en mi ambiente laboral: un día detonó un cambio de paradigma tan fundamental que hizo que todos los que compartimos el trabajo reflexionáramos acerca de nuestro rol como superhéroes dentro de la red.

Algunos se dieron cuenta que no deseaban ser superhéroes, otros se dieron cuenta que no eran tan "súper" como lo pensaban, otros se convirtieron en villanos (no por la maldad, sino por la desconexión con los valores base de su entorno), otros finalmente cayeron en el limbo. Al final nada quedó igual. El desbalance fue tan profundo que tiendo a pensar que aún cuando todo pareciera volver a la normalidad, nada es normal.

Ya ha pasado algún tiempo desde ese evento, y aún cuando el panorama, estructura de valores y la ejecución de nuestras actividades no cambia, sigo viendo en el fondo la misma situación:

No somos super héroes, pero todo lo que esperan de nosotros es que lo seamos. Y el día que fallemos, ese día recordaremos la realidad: Que no existen los "super", sólo existen personas imperfectas

martes, 14 de febrero de 2012

Cobardía

Nota Previa: Este escrito tiene un par de semanas en el congelador, y aprovechando el día, decidí completarlo y publicarlo


Cobardía
- Sabes que ese día pensé en besarte? - Por fin dije lo que quería haber dicho hace tanto tiempo.
- Yo pensé en que si me besabas, iba a dejarte - El tipo de respuestas que realmente uno no sabe si son buenas, malas, o frustrantes.
- ¿En serio? - No caía en cuenta de mi asombro
- Si, totalmente en serio - Con una sonrisa me miró
- ¿Y por que no ocurrió? - Realmente no pensé en la pregunta, simplemente salió de mi boca.
- Nunca me diste a entender que me querías besar, siempre fuiste correcto y caballeroso. - Mil pensamientos y momentos pasaron por sus ojos, cada vez que hablábamos y yo me sentía tentado a robar un beso, cada vez que la miré a lo lejos y me sentí tentado a buscarla, tantas veces que me encontré yendo hacia su casa nada más para hablar con ella. Pero al final no lo hice, por al final de todo, soy un buen tipo. Y los buenos tipos no hacen ese tipo de cosas cuando están comprometidos con otra.

Un suspiro me sacó de mis pensamientos

- Siempre pensé que eras una persona que afrontaba los problemas - su voz sonaba resignada - ¿sabes? Ese mismo día lo dije, y comentaba lo mucho que me impresionaba que a todos los problemas les hacías frente - 
- Creo que la verdad es que solo le hacia frente a los problemas que podía resolver. Tu por otro lado, eras un problema que no podía resolver... Eras demasiado importante para mi. - No quería verla a los ojos y recordar todas las veces que realmente había querido resolver este problema en particular.
- Y por que no ocurrió nada entonces... - Realmente no quería oír más del tema, me frustraba el hecho de que algo podría haber ocurrido.
- No ocurrió nada porque no debía ocurrir - Con algo de convicción empecé a hablar - yo era casado, tu tenias ese viaje por delante que tanto deseabas.... Las palabras que más recuerdo de esa conversación son: "necesito ese viaje, ahora entiendo lo que me explicabas, de que pasa de ser un deseo a ser una necesidad" - Era verdad, una verdad incómoda, pero una verdad - Si hacía algo, hubieras dejado de pensar en mí - la miré directamente a los ojos - Y yo no hubiera estado en paz -
- ¿Y ahora? - Sus ojos brillaban
- Ahora - Sabía qué tenía que decir, pero no lo quería - Ya no es un problema - medía muy bien mis palabras - pero la verdad es que ya no somos los mismos - tenía que acabar con esto de una vez - te comenté en esa oportunidad que la siguiente vez que nos viéramos íbamos a ser dos personas totalmente distintas - 
- Es curioso, verdad, como seguimos siendo las mismas personas pero a la vez no lo somos - un suspiro - pero ese momento pasó y no volverá - 
- Y todo por la simple cobardía... Cobardía a saber que en realidad somos lo que somos... Simples, solos y tristes humanos.

Cobardía, pura y simple cobardía

miércoles, 11 de enero de 2012

Suerte

Sigo con el tema de las monedas... Este fue una idea que vino conversando con alguien. A ver que opinan


Suerte

Una moneda en el suelo.

Dos personas caminando.

Palabras que cambian el mundo:
- ¿Sabías que si te consigues una moneda en el suelo y está en "Cara" vas a tener buena suerte? - Una voz inocente para un comentario inocente
- Pues no... no lo sabía - Y me dispuse a recoger la moneda, que por casualidades o causalidades del destino estaba en cara - Pero es una moneda vieja - Dije al acercarme a recogerla.
Inmediatamente al tomar la moneda observé que mi zapato había pisado algo que realmente uno no quiere pisar.
- ¡Pero es una moneda! - al ver lo sucedido y lo que pisé añadió - Bueno, pero eso lo pisaste antes de tomar la moneda - Fue el comentario automático con una sonrisa de por medio.
- MMmmmmm - Fue mi única respuesta.

Seguimos caminando y de repente un ave realizó sus necesidades encima de mi cabeza, lo cual generó un comentario de lo más natural
- ¡Ohhhh!, eso significa que vas a tener mucha suerte - Me dice la persona con cara de sorpresa
- ¿Cómo con la moneda? - Dije sarcásticamente.
- No, mucho mejor - Con mucho tono de convencimiento

No quise seguir la línea de conversa, ya que el tiempo apremiaba y seguimos nuestro camino. Un poco más adelante llegamos a mi casa y observamos que un grupo de murciélagos había creado un nido en la entrada de mi casa:

- ¡Oye! - El nivel de emoción era realmente alto - ¡pero realmente es tu día de suerte! - Me dijo con una voz de estar hablando sobre el suceso más importante del año.
- ¿En serio? - Dije realmente cansado - Porque hoy pisé excremento por agarrar una moneda vieja - respiré un poco fuerte - un pájaro me llenó de excremento mientras caminaba - realmente estaba algo cansado - y un grupo de murciélagos hizo nido en la entrada de mi casa, lo que implica que tengo que llamar al exterminador para que me cobre una fortuna - Realmente estaba molesto, así que entré a la casa sin despedirme.

Ese fue el último día que nos vimos, al día siguiente cada quien tomó su camino.

Pero cada vez que veo una moneda, realmente no dejo de pensar en ese día... Y por más molesto que esté sonrío por ese recuerdo. Así que cuando alguien camina conmigo y veo una moneda en el suelo, casi instantáneamente pregunto:

-  ¿Sabías que si te consigues una moneda en el suelo y está en "Cara" vas a tener buena suerte? - 

Realmente tuve suerte de tener ese día.

lunes, 9 de enero de 2012

Azar

Hoy estoy pensando demasiado las cosas, por lo que voy a dejarlos con una historia que se me ocurrió por "Casualidad"

Azar

- Voy a lanzar la moneda, si sale cara, yo invito, si sale sello - Una mirada de picardía para acompañar el momento - Yo invito y me gano un beso - Si una mirada controlara el mundo, serían esos ojos oscuros, por lo que pensé que era momento de jugarme todo.
- Mmm, ¿cómo sé que no vas a hacer trampa? - Una respuesta que realmente no esperaba, que tiene un mensaje de duda en el fondo.
- Simple - Dije con una sonrisa - Tu eres quien va a revisar el resultado - Puse mi mejor sonrisa - Yo lanzo la moneda, pongo mi mano encima y tu levantas la mano a ver el resultado - Y con mi mejor cara culmino - me lo dices - 
- Suena justo - Con una bella sonrisa para acompañar a esos ojos - Déjame buscar una moneda - Y empiza a buscar
- Tranquila, aqui tengo una - y saco una moneda que inmediatamente lanzo al aire.

Es interesante como el lanzamiento de una moneda, el azar en su más pura expresión puede tener tantas implicaciones. He leído acerca del principio de "casualidad" que rige al mundo, pero siempre he sido una persona que normalmente se rige por la búsqueda de su destino...

En fin, mientras veía caer la moneda y poner mi mano encima me encuentro con un beso que tengo demasiado tiempo buscando. Al terminar una sonrisa se dibuja en sus labios y me dice:

- ¿Y cuál fue el resultado? - Una voz que en un futuro sería mi perdición, ya que sería imposible decir que no.
- ¿Es que acaso importa? - Respondo con una pregunta
- La verdad es que no - Me sujeta de la mano y me da un segundo beso - Termina de pagar y vámonos - Dice ya en posición de mando y ya levantada de la mesa - Voy un momento al tocador y nos vemos en la salida, ¿vale? - se levanta y me deja con la cuenta en la mesa.

- Seguro - le digo.

Lo más interesante de todo es que al momento de levantar la mano y revisar la moneda pienso nuevamente en el concepto del azar y de qué pensaría el universo si el azar dependiera siempre de una moneda de dos sellos.

miércoles, 4 de enero de 2012

Lealtad

Nota Previa: Feliz año a todos. Esta locura la escribí mientras estuve de vacaciones. Fue algo realmente improvisado. A ver que les parece.


Lealtad

- ¿Quien eres? - su voz denota duda, temor y toda característica típica de una persona que realmente ha pasado por una situación traumatica
- La verdad es que soy un amigo, aunque parezca lo contrario - inmediatamente me doy cuenta que estoy hablando con alguien que tiene demasiado tiempo sin hablar con alguien, y lo peor de todo, es que yo tampoco
- No puedo creer que alguien además de ella siga con vida - su respiración no me genera nada de tranquilidad, demasiado apresurada para mi gusto.
- pues debes creerlo, ya que este no es el único lugar donde hay gente que aun trata de entender por que sucedió todo esto - bajo mi arma, que ha estado arriba desde el momento en el quec entre en la habitación - pero ya todo acabo - trato de tener un tono conciliador, pero mi mente esta demasiado preocupada por el arma que ahora apunta a mi pecho - ¿que te parece si salimos a buscarla? - una ligera mentira, pero cualquier cosa con tal de que salga de su estado de shock
- ella me dijo que no saliera y que si alguien entraba, debía cuidar de todos sin importar quien fuera - en sus ojos resaltaba la devoción hacia ella - ¿tu entiendes, verdad? - y ajusto el ángulo de disparo justo frente a mi rostro.
- si entiendo, pero la verdad no se si ella va a entender - en ese momento el silencio inundo la sala por unos segundos, justo antes de sonido de un disparo.

En apenas un respiro, la bala se ha quedado encajada en algún lugar de su pecho y en su rostro se observa como la vida se le escapa del cuerpo. La escena no tiene sentido hasta el momento en el que escucho palabras justo detrás:

- Me hubiera gustado que hubieras disparado antes de que yo lo hiciera - una voz femenina, muy dulce, pero a la vez tenebrosa - pero la verdad es que no acepto que nadie hable por mi - sus ojos son realmente peligrosos, y siendo tal vez la ultima mujer que he visto en este mundo destinado a morir, espero que realmente valga la pena - y más aún cuando la única misión que realmente vale la pena es la felicidad propia, ¿no te parece? 

No puedo hablar, realmente quiero responderle, pero como muchos otros, he caído en cuenta que ella es la clave para nuestra subsistencia, lo cual implica que su seguridad es mi prioridad de ahora en adelante.

- Muy bien - sus palabras me enloquecen - creo que es hora de que vaya a buscar algo de comer - se acerca a mi y me susurra - si alguien aparece, tendrás que elegir entre matar o morir, pero lo importante es protegerme, ¿no te parece?

Simplemente bajo la cabeza, levanto mi arma y espero que en el momento en el que deba probar mi lealtad no la termine defraudando, como muchos otros antes de mí, y como muchos otros después de mí: siendo siempre obedientes, siempre fieles, siempre leales.