martes, 28 de agosto de 2007

Wake Me Up When The Day Ends


Hoy es un día interesante...

Es interesante por los retos que presenta, por la incertidumbre de lo que puede suceder, por la posibilidad de ser mejor, por el tiempo que transcurre y que debe aprovecharse en cosas interesantes.

Hoy, que es un día interesante, quiero hablar de un tema en el que me he visto incluido demasiado (por lo menos para mi gusto): Las excusas.

No voy a decir que son necesarias (no deberían), no voy a decir que no las he dicho, usado o afines (porque esa sería una mentira tan grande que sería imposible de manejar), pero no puedo explicar ni remotamente el por qué existen, o el simple hecho del por qué deben existir.

Pero vamos a hacer el intento, a ver si algo divertido o simple puede resultar de todos estos pensamientos.

No voy a seguir indagando en el tema de qué es la felicidad y de cómo todo el mundo siempre debe elegir entre la felicidad propia y la felicidad de aquellos que lo rodean, pero me he puesto a pensar entre lo que significa ser feliz a corto plazo y lo que es serlo a largo plazo. Realmente todos queremos largos períodos de paz, en donde los exitos se acumulan, pero en realidad, siempre elegimos lo incorrecto, siempre saboteamos el futuro por darle ventaja al ahora.

Y ahora llega la pregunta clave: ¿Por qué?. Eso quisiera saber, porque en realidad creamos excusas para mantener un estado temporal de las cosas (es decir, para dejar las cosas como están, o por lo menos para tratar de que no hayan cambios en una situación). Buscamos en historias, ciertas o falsas, una seguridad antes nuestras acciones, una forma de evitar la presión de una burbuja que se explota.

Y siguiendo con las preguntas: ¿Que hacer entonces?. Quisiera decir que hay que evitar las excusas, que hay que ser claro y honesto, que no es necesario defender una situación indefendible sólo por evitar que la burbuja de la felicidad temporal reviente, que todo tiene un sentido mágico y simple para que todo tenga sentido.

Pero realmente no puedo.

Por una sóla razón: Tener un argumento sería tener una excusa

Por eso, tal y como empecé a pensar, termino lo que debo decir..

Hoy es un día interesante, sólo porque es un día más...

martes, 21 de agosto de 2007

Sit, Relax, Enjoy, Live, Have Fun...


Este es un post anecdótico que habla de las complicaciones de la vida y las personas que hacen que la vida en vez de más simple, la convierten en algo peor de lo que era al principio. (Es decir, que voy a contar una historia, a ver si me sale bien eso de echar cuentos)...

O mejor hablo de cosas que tengo en mente para ver si escribiendo lo que pienso algo de sentido logro conseguir en este desastre...

Bueno, pensándolo bien, voy a hablar un poco para llenar espacio...

Ahora que lo pienso mejor, voy a aprovechar el tiempo para conversar un rato sobre mi día a día...

Aunque dada la cantidad de trabajo que tengo, creo que voy a hablar un momento de lo que estoy haciendo para ver si adelanto un poco el organizar lo que hago...

Si bien lo pienso ahora que escribo, realmente debería pensar un poco más las cosas, porque aunque la vida es simple, el pensamiento siempre es complejo, y si no es complejo: no es divertido...

En fin, como iba diciendo, vamos a hablar de temas simples...

Aunque si vemos las cosas desde otra perspectiva, vamos a hablar de un tema simple que puede ser complicado...

O mejor no me enredo y hablo de cosas simples...

Si me pusiera a hablar de algo, sería de todo lo enrollado que a veces llego a ser cuando trato de entender a alguien...

O de lo simple que es entender a alguien cuando se pone atención a los detalles...

En fin, creo que es hora de que hable de algo en este post...

Pero pensándolo, así como está es como se quedó...

sábado, 18 de agosto de 2007

This Six Words In My Head


"Voy a escribir esto porque debo".

No porque quiero, porque en estos momentos la realidad supera a la ficción tanto que parezco personaje de mis propios cuentos.

No porque deseo, ya que las implicaciones de lo que escribo no deben superar lo escrito, y dado que esta ya no es la realidad, el efecto de estas palabras debe ser más fuerte de lo que probablemente puedo manejar.

Pero debo escribir esto, porque a final de cuentas, si uno no aprende por las buenas, debe aprender por las malas.

En fin, la idea de este escrito es hablar sobre el valor.

No sobre el valor del dinero, ni el valor de la amistad, sino simplemente el valor como sentimiento humano.

Hasta hoy he pensado en el valor como el sentimiento de seguridad que se tiene aún cuando existe la posibilidad de hacer un sacrificio por un bien mayor (sea personal o altruista). La realidad me ha impactado tan fuerte que debo realmente descubrir que me he equivocado tan rotundamente que no puedeo dejar de pensar en ello.

Y decir sin lugar a dudas que soy muchísimo más cobarde de lo que realmente he querido aceptar.

Siempre he estado a la espera de las pruebas que me hacen sentir que valgo lo que soy, que puedo manejar las malas desiciones y los errores de la mejor manera posible.

He tratado de aprender sobre los golpes ajenos (Cosa que ahora sé es imposible).

He tratado de evitar incomodidades de las personas a mi alrededor, esperando que la felicidad sea más fácil de absober en un ambiente agradable.


Que equivocado he estado.

Sin querer (¿o queriendo? aún no sé la verdad a esto) he dejado de mostrar valor, escudandome ante la lógica de mi alma, navegando con mis instintos, equivocandome de camino a propósito, teniendo todas las de ganar y perdiendo a propósito, todo con el fin de probarme a mi mismo de que soy digno de lo que soy y debo ser.


Pero al final cometí el error más elemental.

Pensar que no me importan los errores, que siempre podré levantarme sin importar los golpes, que podría aguantar la realidad tan cruda como debe ser, pero sin que haga efectos en mi mente.

Esta vez no es así, porque no importa que tanto trate de convencerme de la realidad, no puedo dejar de pensar que todo es un sueño, de que este es un golpe del cual es probable que no me pueda levantar.


Estoy preparado para todo, menos para ser un cobarde y no afrontar mis propios errores por primera vez. No sé si esto es valor o no, simplemente sé que el tiempo no cura todo, a veces, sólo hace que el temor aumente.

miércoles, 15 de agosto de 2007

El sujeto que nunca consiguió un anónimo


NOTA PREVIA: Disculpen el retraso. Los últimos dos martes no han sido fáciles, ya que puse al día con las historias. Retomo las costumbres.

De vez en cuando escucho historias tristes, historias que me hacen dudar más de lo que en realidad conozco o dejo de conocer.

De vez en cuando escucho sentimientos encontrados, historias que no deben suceder, pero la vida no es simple para muchos, y las decisiones que tomamos, nos gusten o no, deben volver la vida más compleja con el fin de romper un nudo.

De vez en cuando tengo que sentarme a escuchar sin siquiera tener la más mínima intención de comentar lo que pienso, de pasar conocimiento, de opinar.

Esta es una historia de esas... Voy a hacer la historia lo más concreta posible, pero creo que los detalles serán lo mejor.

- ¿Será que siempre voy a estar sólo? - Primeras palabras que me dice alguien que no veo hace tanto tiempo que asusta la sinceridad. - Es decir, tengo la mala costumbre de sabotear toda relación humana que tengo -

Llega la comida, por lo que me da tiempo de absorber semejante comentario de alguien que considero que es una de las personas más calmadas que he conocido

- Ni siquiera con mis amigos he logrado mantener el contacto necesario para que no se conviertan en solo conocidos que alguna vez tuvieron cierto nivel de confianza conmigo... -

Empezamos a comer, que siendo un almuerzo bastante tardío, significa calmar un estómago y un dolor de cabeza que ni les cuento

- ¿Por qué me pasan estas cosas a mí?. Después de un matrimonio feliz, de una amistad tan duradera, tenía que suceder lo único de lo que no estaba preparado - Nunca he escuchado esa frase sin que signifique una sola cosa - Que ella me dejara porque no la entendía... -

Siempre que escucho esa frase (y la escucho más de lo que quisiera), recuerdo otros tiempos, recuerdo los detalles y los momentos, y sin querer, comprendo lo que ella quizo decir: No era que él no la entendía, era simplemente que ella había descubierto que la felicidad de otros significa sacrificar su propia felicidad. Ella lo que estaba pidiendo era que él se sacrificara para que ella fuera feliz. Pero no podía decir nada, ya las cosas estaban muy delicadas como para decir algo así, por cosas menos importantes han habido muertos.

- Y ahora, que por fin nos vemos, estoy contándote mis problemas - Y al pensar un poco sus ojos se iluminaron - Tanto tiempo sin vernos y lo único que se me ocurre es decirte mis peos, tú que ahora estás más agobiado que nunca - Los ojs más iluminados aún - Porque eso de ascender en la empresa ha implicado más trabajo, menos tiempo para atender a los amigos, para estar con la familia, hacer sacrificios ahorita para obtener dividendos después... -

Y ahí me dí cuenta de la realidad, de que en realidad todo en la vida tiene un límite...

Y recordé que nada vale más que la felicidad...

Y la cuenta llegó, mientras la observaba y pagaba pensaba en todo el tiempo que dejé atrás pensando en mis problemas. Así que me levanté...

Y dejé una mesa sola, con la convicción de que la locura no es sólo mía, es de todos...

domingo, 12 de agosto de 2007

Cada loco con su tema



Vamos a hablar de caballerosidad...

Vamos a hablar de sexo...

Vamos a hablar de ideas simples...

Vamos a hablar de soluciones complejas...

Vamos a hablar de cosas que pueden no tener ningún sentido...

O pueden tener todo el sentido que nosotros tendemos a perder...

Últimamente he escuchado a bastantes personas tocar el tema de la pérdida de caballerosidad tanto en hombres como en mujeres (sí, la caballerosidad se presenta para ambos sexos por igual) y me puse a escuchar las diferentes historias al respecto.

Para las mujeres que conozco (y voy a hablar sólo de las que conozco, porque las mujeres son como los hombres, uno siempre termina conociendo a uno que rompe los estereotipos) un caballero es alguine que no sólo es amable o de finos modales, sino que se importa por los detalles para hacer feliz, aunque sea por un simple segundo a una mujer. Caemos entonces en el delicado tema de qué tan detallista puede llegar a ser un hombre, de qué tan finos son los modales, de qué tan complejo puede llegar a ser el pensamiento de una mujer para que no llegue a pensar en dobles intenciones.

Para los hombres que conozco, ser caballeroso es una actitud ante las damas, una forma de entender lo que quieren en realidad y simplemente hacerles más fácil el camino. He aqui un punto importante: para un hombre el ser caballeroso no implica atender todos los deseos de una mujer, simplemente es estar pendiente de que se sienta a gusto en su entorno, tan simple como eso.

Y ahora estoy yo, que aún siendo hombre tengo una perspectiva un poco distorsionada de lo que es la caballerosidad (y aquí el fume de la semana): La caballerosidad es un modo de conducta. ¿Y qué demonios es un modo de conducta? pues la respuesta es lo complejo del caso. Un modo de conducta define como vemos a los demás y actuamos en correspondencia a eso, por ejemplo, si sabemos que alguien con quien hablamos se siente incómodo con un tema, simplemente no lo tocamos a su alrededor, en otras palabras, pensamos en nuestro entorno para evitar cometer errores y herir suceptibilidades. El ser caballeroso, por lo menos para mí, es cómo entendemos a un nivel muy superficial a las mujeres y tratamos de que su entorno sea lo menos complejo para ellas.

Es por eso que hay damas que me consideran caballeroso y hay damas que no: porque a veces, les guste o no, los detalles que las incomodan no pueden (¿o deben? realmente no sé cual es el verbo) desaparecer, porque entonces la vida se hace muy simple, y todo se hace aburrido...