lunes, 16 de junio de 2008

Y ahora para su deleite...



Nota: Fin de Semana de "Día del Padre", en el cuál ví tres películas malas y una repetición de "Monty Python Meaning of Life" trae a la semana una óptica loca. Tengan paciencia o cierren el blog en este momento.

Por cosas de la vida, trabajo en una empresa donde el promedio de edad no debe ser superior a los 30 años. Si a eso le sumamos que la mayoría nos conocemos previo a nuestro ingreso en la oficina, es natural pensar en conversaciones como las siguientes:

- ¿Puedes tocar a ese que está ahí para que me pare? - Dice una de las muchachas a uno de sus compañeros de trabajo que se encuentra compartiendo cubículo con otro
- Hayyyyyy vale... - Dice alguno
- Tócalo pues... - Se escucha en el cubículo de al lado

Y bueno, ustedes se hacen la idea. Conversaciones informales, ideas inusuales, conversaciones a medias, medias conversaciones, es decir, algo humano.

Quiero traer a colación este punto porque con el nivel de stress que tengo útlimamente, necesito a veces estar dentro de un ambiente de ruido, aquel ambiente donde no escuchas nada, pero todo a la vez. Es aquel espacio donde no te puedes concentrar en lo que realmente estás haciendo, sino en todo lo que los demas hacen.

Ese debe ser el paraíso para aquellas personas que buscan ser creativas: Ese lugar donde las ideas salen de todos lados, en el que recordamos que la interacción humana es de las mejores medicinas para curar la depresión, la ansiedad y la necesidad de reaccionar.

Pero dejé ese espacio por uno donde la paz interna proviene de un lugar más perdurable, en donde debo emprender y vencer los temores más simples para llevar un nuevo concepto. En otras palabras, dejé la comodida de la interacción social constante por un lugar con un poco más de paz mental, con el fin de concentrarme en lo que debo y no en lo que quiero (Eso sí que está peludo de entender, avísenme si entendieron para que me expliquen).

¿A qué viene todo esto?, Bueno, que tal vez estoy empezando a entender por qué he tomado mis últimas decisiones, algunas malas, algunas buenas. Creo que la idea central es que no se queden ahí, en ideas.

Vamos a ver...

O tal vez no...

Todo depende de mí...

De todos...

Y de que alguien me explique que estoy escribiendo, porque ahora que leo toda esta locura, ni yo mismo me entendí.

T-40

martes, 10 de junio de 2008

La pregunta de la Pregunta




Hoy voy a hablar de dos problemas importantes que tengo en mente.

Son tonterías... O complejidades propias de este loco que lo único que escribe...

Simplemente podrían considerarse decisiones intrascendentes... Pero por alguna razón que no logro comprender, para mí no lo son.

Mi primera pregunta es basada en una situación complicada que tuve que resolver: Para aquellos que no saben, estoy más que pasado (En cantidad) con la lista de invitados para la boda (Y que alguien me diga si eso no les ha pasado). Cada vez que veo la lista me doy cuenta que me faltó alguien, o mis padres me recuerdan de alguien, o mi novia me recuerda a alguien, o como sucede más veces de lo que quisiera comentar, algún primo que no incluí en la lista se incluye.

Ahora, cada vez que conversamos con el señor de la sala de fiestas, tengo el remoridimiento acerca de decirle que estamos pasados con la cantidad de gente, o dejarlo correr. Mi punto principal es que dicho señor nos ha repetido que tiene un límite de gente, y que ese límite no se puede superar por disposiciones de la sala de fiestas. Ahora, particularmente soy de las personas que creen que las fiestas son mejores si se VÉ GENTE: No hay nada más deprimente que una fiesta con mesas vacías, y en una boda, más aún (No es justificación, pero esa línea de pensamiento me da un poco de calma). Así que me he quedado callado...

Y con respecto a la lista de invitados, caemos en mi segundo dilema: Cuando uno hace la lista de invitados y llegas al tema de los panas, familiares, amigos y conocidos (Que llamaremos "costilla" para facilitar la redacción) que no tenían compañía sentimental (que de ahora en adelante llamaré "machuque"), simplemente se pone un (Uno/One/Ein/1) invitado.

Pues bien, sucede que al momento de entregar las invitaciones, descubrimos que la "costilla" tiene ahora un "machuque", por lo que se genera el momento incómodo de qué hacer con este cambio en el número de invitados, que sumado a la primera incognita, tenemos un simple silogismo: O me falta la costilla, o me sobra el machuque.

He optado por ser honesto y decirle a la costilla la verdad, por lo que ya he tenido un par de conversaciones medio intensas.

Más que una disyuntiva, este segundo caso es una forma de expresar que aún cuando sean "costillas", el "machuque" es algo inesperado, así que a falta de un término mejor, se los pongo simple: Ese no es mi peo, yo cumplo con invitar a la "costilla", lamentablemente no tengo espacio para invitar a todos los "machuque".

Pero como quien dice: "Costilla" que no jode, no es "costilla"

T-46...

viernes, 6 de junio de 2008

Sin dormir la locura tiende a aumentar

Desde hace dos semanas no he logrado dormir...

Realmente no soy una persona estresada.

Soy malhumorado, lo sé.

Soy apasionado con lo que hago, lo sé.

Soy alguien que tiende a buscar la solución a los problemas (Aún cuando no sean míos).

Pero no estoy durmiendo.

Desde hace un par de semanas no logro dormir más de 4 horas en la noche, lo cual, aunque en ocasiones anteriores ha sucedido, ahorita es el caso más crónico que he tenido.

Supongo que tiene que ver con la boda, con los reales, con el trabajo, con el hecho de que no he logrado hacer muchas de las actividades en muy poco tiempo.

El problema es que si no duermo, no funciono.

Siempre he sido persona de 8 horas (Si duermo 8 horas, funciono a full máquina por 16 horas), ahora que tengo dos semanas sin dormir la mitad del tiempo necesario, estoy empezando a perder concentración.

No hay nada peor que perder el foco, porque parte del tiempo se pierde tratando de encontrarlo, mientras que la otra parte la inviertes tratando de organizar y ejecutar todo lo que tenías que hacer y no puedes porque simplemente no te nace.

Hablando con varias personas me han hablado del stress inconsciente, de aquel que uno no ve y es el que realmente afecta el cuerpo. Me imagino que esa la respuesta fácil y con eso doy por finalizado este post.

Así que estoy escribiendo esto para ver si encuentro razón en las palabras, ya que definitivamente, hoy es día de locura total...