viernes, 14 de marzo de 2008

Mentes que Mienten



Debido a razones académicas, he tenido que redefinir muchos de los conceptos que creía conocer, principalmente porque estaban incompletos, sesgados o simplemente errados.

Es decir, todo lo que fundamentaba mi pensamiento hacia ciertas áreas está completamente equivocado.

Pues bien, he deciddo que no voy a volver a cometer ese error.

Hace poco definí el concepto de conocimiento como: "La capacidad de aplicar información de tal manera que agregue valor a mi entorno". Es interesante cómo una simple definición de algo tan tácito como el conocimiento puede cambiar la forma en la que te mueves por este manicomio que llamamos mundo.


Si sabes que estás en una situación complicada, como beber con los amigos hasta la inconsciencia, y sabes los resultados posibles de esta situación, que en la mañana la resaca va a ser increíble, es importante utilizar el conocimiento para dar valor al entorno, en otras palabras: Pide pasapalos y saca a bailar a las mujeres lindas para que el cuerpo metabolice el alcohol más rápido. Eso es conocimiento simple, aplicado a una necesidad real.

Algo tan simple como un error (o cagada, para utilizar el léxico más adecuado) se puede ver como la mala implementación del conocimiento debido a factores no determinados en su momento, es decir, "que no ví lo que hice y la cagué"


Y ahora se preguntarán: ¿Por qué estoy hablado de este tema?, porque acabo de tener una revelación que quería compartir.
He definido la sabiduría con las siguientes palabras: "Es la capacidad de ver que la cagaste, que aprendiste, que entendiste y que vas a hacer lo posible por no volverla a cagar".

Quisiera decir que estoy inventando algo nuevo, que acabo de descubrir algo que no existía, que es necesario que el mundo sepa esto, en fin que le he dado un poco de razón al mundo...

Pero no.

Simplemente estoy planteando mi óptica del mundo. La óptica de alguien que según el concepto, está aprendiendo a ser sabio.

domingo, 2 de marzo de 2008

Con el bate, la mandarria, el taladro y pare usted de contar

Nota Inicial: Hoy les voy a pedir un poco más de paciencia de la que normalmente tienen conmigo. Este es un post largo porque ejemplifica muchas de las cosas que tengo en mente. Voy a empezar a hablar de tres cosas que en un principio parecerán inconexas, luego trataré de complicarlas como siempre, y finalmente quedarán con un signo de interrogación por un final inesperado e incoherente. En otras palabras, este es un escrito como los de siempre. Disfruten la función...

Los votos


Siguiendo con la onda del matrimonio, una de las actividades que tengo en mi poder (y no son muchas) es escribir mis votos matrimoniales.

Para aquellos que no saben que son, los votos matrimoniales son aquellos sentimientos, promesas y deseos que confiesas a tu pareja enfrente a todos tus amigos, familiares y afines al momento de la ceremonia eclesiástica.

Aqui es donde todo el mundo me ha dicho: ¡Para tí debe ser fácil dado que escribes todo el tiempo y siempre se te ha hecho simple el escribir!.

Quisiera que pensaran por un momento la situación: Soy una persona que le cuesta pensar en situaciones perfectas, que siempre está buscando un nuevo retos, que nunca entiende todo de una sola vez y que a veces habla demasiado. Todo eso es receta para un desastre dada la situación de que tengo que escribir lo que siento por la persona más importante de mi vida.

Las posibilidades de que escriba algo tan complicado que no tenga sentido, tan profundo que realmente sea monótono, tan ladilla que realmente yo mismo no voy a querer decirlas son tal altas que he realmente estoy preocupado... Preocupado porque a final de cuentas voy a meter la pata y no me procupa en lo más mínimo.

Como adelante les diré algo: El día de mi boda, justo antes de salir a la iglesia, voy a publicar mis votos en conjunto con una foto de mi mismo en este repositorio de pensamientos. Si no me cae un rayo o algo parecido, tomaré eso como una señal de que a) Los votos no están tan mal y b) Por más loco que esté, mi esposa siempre tendrá la paciencia para decirme ¡Tranquilo, que nadie nunca le hace caso a las cosas que se dicen al momento de la boda!...

Los ciclos que terminan

Cada cierto tiempo pienso en la misma canción de Hector Lavoe "Todo Tiene Su Final" y lo que significa para mí. Amigos que se van, ciclos que deben terminar, fases que cada quien debe cumplir mientras anda en su caminar por la vida.

Antes de que piensen que me estoy volviendo complicado, simplemente estoy un poco triste, un poco melancólico, muy alegre y siempre muy analítico. Estoy en una fase de cambios importantes en mi vida, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Es de esos momentos definitorios en la vida, en los que se pone a prueba realmente la enteresa de la persona, la madurez y capacidad de afrontar los momentos.

Uno de esos momentos donde no importa lo que hagas, siempre será la decisión equivocada la que tomemos.

Será equivocada no por se incorrecta, sino porque aprenderemos de la peor forma, porque creceremos a los golpes, porque lo haremos solos, porque a final de cuentas, no es sólo el fin de algo, sino el comienzo de otro momento en nuestras vidas.

Hace no mucho una persona sin querer me enseño algo tan valioso que hizo un cambio fundamental en mí: Me enseño a darme cuenta de que no importa que tan cómodos estemos, en algún momento la vida nos va a enseñar que nada es eterno y que es necesario aprender a despedirse, a dar cierre, en pocas palabras, a terminar para volver a empezar...

El chip de fábrica


Comentario común en la mujer molesta: ¡Todos los hombres son así!
Comentario común en el hombre obstinado: ¡Todas las mujeres son iguales!.

Damas y caballeros,

Tengo el placer de informarles que no hay respuesta a esa pregunta no formulada.

Si partimos del hecho de que todos los miembros de un mismo género se comportan de la misma manera, podemos encontrar una alta cantidad de pruebas que apoyan este precepto universal. No es necesario ni siquiera enumerar alguna dado que todo el mundo tiene infinidad de ejemplos, bien sean actuales, pasados, reales o ficticios (cuando digo ficticios, me refiero a ejemplos de las películas).

En cambio, si pensamos que es un hecho falso, conseguimos con igual facilidad cantidad de ejemplos y teorías que nos permiten igualmente comprobar nuestra teoría.

Es a partir de esto que he descubierto algo realmente importante para el desarrollo de la humanidad, y es que el ser humano (coloc ser humando para no poner ni el término "el hombre" ni "la mujer") viene o aprende una conducta básica: Catalogar a sus semejantes.

Es como si viniéramos con la instrucción básica de que si vemos algún fenómeno o cunducta, lo clasificamos sin pensar realmente si vale la pena hacerlo. Sin importar que sea una clasificación positiva o negativa, no nos sentimos a gusto si no hemos clasificado de principio a fin a las personas y su entorno.

Tal vez por eso nos gustan tanto los cuentos ajenos, porque permiten comparar clasificaciones. Porque hasta el cómo clasificas a la gente te permite clasificar a alguien. Es como una inmesa paradoja que nunca tiene respuestas, sólo más preguntas que nos hacen sentir bien...

Y ahora para el final...

¿Qué tiene que ver los votos matrimoniales con el fin de los ciclos y la conducta de clasificación compulsiva de la gente?...

Pues que son los temas que estoy tratando en mi día a día, que por conversaciones con mis allegados tienen un peso importante en el tiempo que les invierto.

En fin, se relacionan porque son mis pensamientos.

Clasifíquenme como loco, así todo tendrá sentido...