lunes, 17 de diciembre de 2012

Ángeles en la Vida

Sé que no soy el único al que le ocurren estas cosas, pero la realidad son el tipo de situaciones que me hacen realmente pensar en que existe buena gente. A ver que opinan.

Dado que me estoy mudando, que mi esposa no está conmigo ahorita (Dios mío, que falta me hace) y que el apartamento al que me estoy mudando está completamente vacío, queda en mis manos armar un hogar teniendo en cuenta que:
  1. Tengo el dinero contado
  2. Ando a pie
  3. No tengo ni la menor idea de lo que tengo que hacer
Así que después de mudar mis pocas maletas de un apartamento corporativo a un apartamento propio, definí claramente mis prioridades
  • Comida
  • Diversión
  • Día a día de la casa (Cocina y limpieza)
Es decir, primero ir al automercado a hacer una primera compra (tengan en mente que NO tengo carro, lo cual dificulta enormemente cualquier actividad que involucre el transporte de cualquier cosa) y luego de eso organizaría las demás actividades.

Hasta los momentos no había hecho una compra como dios manda en esta ciudad, así que conseguir todo en un sólo automercado, pues realmente asusta para alguien que tiene toda su vida adulta buscando productos en varios automercados.

Después de la compra y un viaje rápido en taxi (hay una línea justo afuera del automercado, así que no soy el único tonto que piensa en hacer compras inmensas) me decido por ir a buscar ofertas navideñas en electrodomésticos.

Al llegar a una de las tiendas (ya tengo tres horas caminando) lo veo: UN TELEVISOR. El me vé, me llama, me hace señas... Yo, inocente, lo veo, lo analizo, veo el precio, me imagino cómo se debe sentir verlo en mi cuarto (o en la sala) y es amor a primera vista. Aparte, había 20% de descuento por ese día. Imposible pelarselo. Durante mis coqueteos iniciales, observo un señor, que se encuentra en una conversa interesante con su esposa sobre qué televisor comprar. Hablamos informalmente, de ese tipo de conversaciones casuales tipo:

- Mi esposo - Dice la señora - Quiere un televisor que dure para toda la vida, porque él es de los que no cambia las cosas sino hasta que están fuera de la capacidad de reparación -
- Bueno - respondo yo - La verdad es que estos televisores siempre me han salido buenos - Tratando de ser amable, le señalo algunas cosas que me gustan de los televisores que están viendo.
Después del horrible trámite del dinero (siempre ese paso me genera incomodidad), me dirijo al área de entrega y observo a la simpática pareja también esperando un televisor. El señor empieza a conversar conmigo de manera informal, sin muchas complicaciones, acerca de lo importante que son estas compras para él.

Yo empiezo a pensar en algo que no había pensado hasta ese momento: Cómo demonios voy a transportar yo un televisor TAN grande a pie. Aparte, para llegar a la casa tengo que pasar por un desfile en la ciudad, lo cual hizo que automáticamente descartara casi cualquier taxi (muy groseros de paso).

Al escuchar mi historia, el señor me dijo: "Vente con nosotros, que te llevamos, mi esposa me había dicho que si necesitabas ayuda podíamos ayudarte"

Así de simple para él. Yo era un extraño, ni siquiera sabía mi nombre, con todos los prejuicios que yo tengo de venir del país de donde vengo. Y aparece esta pareja de ángeles en un momento donde mi mente disparatada había hecho una locura (Comprar un televisor sin saber donde ponerlo). 

Hay que tener en cuenta que soy una persona que raramente pide ayuda, y menos aún a los extraños. Tiendo a ayudar a la gente sin esperar nada a cambio (mi esposa me dice que soy medio tonto, pero justifico su pensamiento por el país de donde vengo), pero para que yo pida ayuda, realmente tiene que ser algo que está fuera de mis capacidades POR MUCHO.

Acepté, pero al ver que llegar a mi apartamento era una odisea (les comenté del desfile, ¿verdad?) traté de que me dejaran en algún lugar en donde pudiera transportar a pie el televisor por unas 5 cuadras. Ellos se negaron. Dieron una vuelta inmensa para llegar a mi apartamento por otro lado. Los atrasé en su domingo. Realmente me sentía mal.

Cuando me dejaron (Y me ayudaron a descargar el televisor), no tenía palabras de agradecimiento, pero la esposa me dijo:

- Uno no sabe cuando puede obtener ayuda - Me dijo al darme su tarjeta - Yo en su momento fui ayudada en muchos lugares cuando más lo necesité, así que no te preocupes -

Sus palabras han tenido mucho impacto en mi mente, me hacen estar seguro de las decisiones que he tomado en mi vida.

Es por esto que escribo esto, para reforzar el pensamiento de que existen ángeles en la vida, que aparecen en cualquier momento, y te hacen recordar por qué las cosas son como son.

A esos ángeles, gracias... Voy a seguir mi rumbo sabiendo que otros pueden necesitar mi apoyo en algún momento.

No hay comentarios: