miércoles, 27 de junio de 2007

Between Demons and Humans


NOTA PREVIA: No conseguí un mejor título para empresar esta idea, creo que es complejo no comentar nada antes de un post, tal vez porque a veces, ni yo mismo me logro entender... ( la pregunta gafa de la semana es que si yo no me entiendo, cómo puedo esperar que ustedes (si, es un parentesis dentro de un parentesis, porque se me ocurrió pensar que no sé si decir "usted", "ustedes" o simplemente "yo") me entiendan, debe ser porque tengo muchas esperanzas en la audiencia).

Mucho del que me conoce sabe que tengo dos conductas recurrentes: primero, tengo complejo de "Batman" de ayudar a todos para tratar de entender mis problemas, y segundo, no sé por qué siempre me toca tomar una decisión entre hacer lo que está "bien"y lo que es "correcto" (Hoy es el día de los signos de puntuación, por lo menos eso es lo que parece ahorita que escribo)

¿Quién define lo que está bien y lo que está mal? ¿Quién le da valor de verdad o mentira a una situación? ¿Que pasa cuando las decisiones que uno toma afectan negativamente a otros? ¿Es válido mandar al *&%$* la felicidad de otros por encima de la propia felicidad?. Yo creo que nadie puede responder a estar preguntas sin parar un rato a pensar si realmente alguna de las respuestas es la correcta, o si en realidad no somos personas sino demonios.

Ahora que leo lo que estoy escribiendo, y veo todo lo que he colocado en 10 míseras líneas, recuerdo que yo también soy un demonio, que veo mis decisiones y estoy consciente de que siempre hay alguien que va a salir perjudicado, que a veces las decisiones que tomo serán las correctas, a veces no lo serán, a veces simplemente serán decisiones que nunca tendrán un valor.

En fin, estoy divagando mucho, y no termino de entender por qué no puedo descansar y olvidar por un tiempo, que a veces las decisiones no sólo dependen de mí, dependen de todos, porque todos al final terminamos siendo demonios y humanos a la vez, queriendo buscar la felicidad, queriendo entender a los demás. Tal vez porque no quiero tomar más decisiones, tal vez porque temo por el resultado de todo al final, de que en realidad me convierta en algo peor de lo que en realidad quiero ser...

martes, 19 de junio de 2007

Fantasías animadas de ayer y hoy

NOTA PREVIA: Cualquier semejanza con la realidad es "pura y completa" coincidencia

Érase una vez un sujeto al que llamaremos A, que está asociado sentimentalmente con otra persona que llamaremos B, que a su vez tiene como amiga a C, que por alguna razón universal que nunca entenderé de las letras, quisiera estar sentimentalmente asociada con A, pero por cuestiones de la vida está asociada sentimentalmente con D, el cual, por ser una buena letra, está muy feliz con su asociación con C. Si leemos 100 veces esto y no lo creemos, prendemos la televisión y vemos que muchos de los problemas de pareja parecieran ser debido a esto.

Pues bien, sin ahondar mucho en detalles, les contaré que dado que A es un buena letra, de esas con las que siempre puedes contar en las buenas y en las malas, ha ayudado en lo posible a D para quye mantenga su relación sentimental con C.

¿Quieren saber como termina esta historia de las "letras"? Pues no importa, a final de cuentas, los resultados son tan previsibles que no los voy siquiera a enumerar. El punto central de este cuento es demostrar lo simples o complejas que pueden llegar a ser las relaciones entre letras, sustantivos, verbos, antónimos, sinónimos, sujetos, predicados, en fin, en lo simple que se pueden resolver las cosas si se dijeran de la forma más directamente posible.

Lamentablemente, las relaciones entre letras no dejan de ser eso: relaciones entre letras, que aún cuando sienten y sufren, son tan infelices por ser sólo letras que jamás estaran conformes con lo que son. Es complejo no decir que alguna letra es tan feliz como es que no debe preocuparse por su porvenir, tal vez por eso tengo que hablar con letras en vez de personas, porque a las letras no les importa que hable directamente de ellos, en cambio las personas odian que hablen directamente sobre ellos.

Es difícil para mí no contar lo que veo, oigo, respiro, entiendo y no comprendo a la vez, pero más difícil debe ser para las letras convivir en una situación semejante por cualquier cantidad de tiempo sin que un conflicto reviente.

Pero bueno, definitivamente el abecedario nunca es como lo pintan.


miércoles, 13 de junio de 2007

Ver o querer ver?


Los hombres no sosmos famosos por captar indirectas, y menos aún, captar las sutilezas que nos da la vida. Tal vez esa es la razón principal por las peleas entre parejas: Uno nunca vé los detalles que realmente deberíamos ver.

Pero más allá de ver las sutilezas que nos conlleva el convivir y relacionarse con las personas que nos interesan, he estado pensando algo que es tan común para los hombres como para las mujeres: Cada quien quiere ver el mundo de tal manera que tenga un significado simple y sencillo, o por lo menos, que tenga alguna razón que lo guíe.

Quisiera decir que soy un caso especial, que veo la vida como quien vé matrix La verdad es totalmente distinta, cosas que creo ver no son lo que la realidad se me presentan, cosas que debo ver no las veo, y cosas que quisiera ver, simplemente no las veo.

Todo este preámbulo me hace pensar en una pregunta: ¿Es necesario que las indirectas existan?, y más aún, son válidad preguntas como ¿Es necesario que las mujeres se vistan provocativamente para que los hombres las vean?, ¿es necesario que los hombres realicemos todo un cortejo indirecto para atraer a las damas?, ¿es necesario que el niño diga que quiere ir a mac donalds cuando en realidad lo que quiere es ir a jugar al parque?, En fin, vivimos con tantas indirectas que es un milagro que nadie haya matado a alguien por decir algo directamente sin usar las sutilezas de la interacción humana (Un momento aparte: todo el mundo va a decir que la mayoría de las películas tienen gente muerta por se honesta y directa, pero en la realidad, conozco pocas personas que prefieran ser indirectas que directas).

En particular, las indirectas parecen ser algo complejo de eliminar de la vida cotidiana, hasta la más simple conversación cotidiana está llena de miradas, sensaciones, movimientos, gestos, en fin, toda una serie de complejidades que complementan las directas con "las indirectas habituales".

Ahora que lo pienso, si cada quien vé el mundo como quiere y vive lanzando indirectas: ¿COMO ES POSIBLE QUE LA GENTE SE ENTIENDA UNA A OTRA?. Creo que ahí la razón principal de todos los problemas del mundo: Comunicación efectiva (Y ahora todos los que leen dicen que inventé el agua tibia...). No es algo nuevo, ni un pensamiento revelador en sí, pero hay que decirlo a voz pública, gritarlo, escirbirlo, decirlo a voces, en fin, tiene que dejar de ser una indirecta para ser una directa

Como dijo hamlet:
"Hay Algo Podrido en Dinamarca". Voy a ver si yo puedo botar lo podrido en mi forma de ver las cosas


martes, 5 de junio de 2007

Someone go, someone come, but it's the same soul

Todo el mundo en algún momento de la vida ha visto una película en donde el protagonista, que normalmente es alguien más que camina en este mundo, emprende un viaje, bien sea de manera heroica, de manera social, de manera cultural, pero en fin, viaja hacia un horizonte desconocido que lo hace cambiar tan profucndamente que al regresar no lo reconoce ni el perro, o peor aún, cambia tanto que nadie lo nota sino hasta que ya nada puede ser igual.

Si alguien me pregunta a mí, siempre he pensado que eso era un mito, pero a veces la vida me enseña más de lo que quiero, y esto que voy a contar, como quien dice: "Le pasó a un amigo de un amigo".

Soy como soy, veo lo que veo, digo lo que pienso, opino lo que creo, pero viajar a otros lugares siempre me trae emociones encontradas: Miedo (de perder las maletas, que parece que es mi karma), alegría (siempre me gusta conocer nuevos lugares y personas), molestia (soy animal de costumbres y a veces me cuesta cambiar los hábitos) y comodidad (no hay nada como viajar a un buen hotel por una buena aerolínea en una divertida clase turista donde siempre hay un loco al lado que da miedo).

Mi último viaje al exterior sólo puede ser escrito de una forma: Intoxicante. Demasiada información, demasiadas experiencias, demasiado que pensar y entender (Y eso que sólo fui a un país occidental, no me imagino viajando a un país asiático). Creo que esos viajes en los que absorbes tanta información dejan una marca en la mente, en el corazón y en el espíritu: Nunca nada de lo que ves es visto de la misma manera, todo lo que analizas lo ves con otra perspectiva, a veces para bien, a veces para mal, pero al final el resultado es el mismo, tu perspectiva cambia de tal manera que nada es igual a como lo dejaste.

Tal vez es sólo experiencia personal, pero siempre que veo a alguien partir y regresar, veo dos personas distintas, una que se fue y otra que regresó, sin importar que sigan siendo la misma alma, el viajero siempre debe cambiar para adaptarse a una nueva realidad.

¿Pero es posible retornar al mundo y ser el mismo después de tal experiencia? aún busco esa respuesta, aún trato de entender cosas que pensaba haber entendido, aún trato de leer lo que los demás me dejan leer, aún sigo buscando el por qué no puedo dejar de pensar que aún cuando sigue siendo mi misma alma, siguen siendo mis pies los que camina por el mundo, una persona totalmente diferente se fue y el que escribe es otra que apareció al llegar.

lunes, 4 de junio de 2007

Policía Social

¿Cómo empezar a escribir sin tener en cuenta que lo que se quiere expresar muchas veces tiende a tocar las fibras sensibles de quienes nos leen?

Muchas veces, cuando inicio el delicado arte de poner una letra después de la otra para formar algo semejante a un discurso semántico (es decir, cuando me pongo a escribir sobre cualquier pendejada que se me ocurre), debo censurarme a mí mismo aún antes de escribir la primera palabra. ¿por qué? se preguntará mi estimado lector, pues la respuesta es más simple de lo que quiero que sea: Porque muchas veces lo que uno dice (o escribe, dado el caso) tiende a ser mal interpretado o puede herir los sentimientos de otros.

Una de las razones principales por las que escribo es que siento que lo que veo es algo único (bueno, creo que todo el mundo debe sentir lo mismo), pero la información, tal y como yo la veo, no puede ser de centralizada de secreta (sueno a cuento político, lo sé), aún cuando las intimidades y reacciones ante lo que escribo pueden golpear el pensamiento del que las lee. Cuando escribo de mis amigos, de mi familia, de mis vivencias, es porque el impacto que ellas tienen sobre mis pensamientos es importante. Pero muchas veces esas vivencias son mal interpretadas, y sobre todo, hacen daño a las personas que me importan.

¿Por qué escribo tantas pendejadas? pues porque voy a poner reglas muy claras de juego. En este blog voy a hablar de muchas cosas, y como regla inicial, cada quien puede entenderlas como quiera (para eso existe la libertad de expresión), pero no se equivoquen, lo que ustedes entienden es sólo un óptica de la información, y nunca puede decirse a ciencia cierta que es una interpretación fiel de lo que yo pienso o dejo de pensar.

En como mi cuarto: mi mamá dice que está desordenado y yo digo que está en un "perfecto desorden". Juzguen ustedes cual es la verdad


domingo, 3 de junio de 2007

Si por algún lugar debo empezar

Si por algo debo empezar, sin obviar las presentaciones y obligaciones sociales que tiene la vida, debe ser por ser quien soy, por ser tan simple en las contradicciones de la vida que no dejo de ver la realidad tal y como creo que debe ser... Simple, bella y pura. Al principio todo es tan simple que nunca logramos entender, pues este es uno de esos casos, un principio que no tiene razón de ser, simplemente es un principio y ya. Al que lee, bienvenido, al que no lee, pues bueno, hola igual (la pregunta inteligente de la semana será cómo alguien que no lee esto puede leerlo a la vez, pero como todo, es un misterio). Vamos a ver que nos muestra la vida que valga la pena compartir, por los momentos los dejo con la mejor foto con la que se puede empezar...