martes, 20 de agosto de 2013

LLévala con Orgullo

Quiero que se imaginen lo siguiente:
 
Un señor de más o menos 60 años, haciendo parrilla (o barbacoa como dicen en algunos países), con una cerveza en la mano y hablando acerca de cualquier cosa con un buen amigo...

¿Se lo imaginan? ¿Lo tienen en la mente?... Pues dense cuenta de algo que lo llena de orgullo y no le importa:

Esta sacando la barriga!!!!!!

¿Por qué estoy hablando de alguien sacando la barriga con orgullo?

Porque es en la sencillez en donde encuentro los momentos de más felicidad.

Todos en algún momento (a menos que tengamos una depresión crónica) hemos sido felices, y sin importar el cuándo, el donde, el porqué ni el cómo, siempre recordamos lo simple y hermoso que fue el momento.

No digo que el señor con barriga sea hermoso (particularmente ese tipo de comentarios no son típicos en mí), pero lo que si puedo asegurar es que esa persona está en su momento. No importa lo que ocurre, en el momento en el que saca la barriga (panza como se dice en mi pueblo), está orgulloso de lo que es, de donde está y del momento.

Y he ahí mi reflexión: Todo el mundo tiene un orgullo que no es capaz de expresar abiertamente. Yo no recuerdo el primer comentario de alguien que diga "Estoy orgulloso de mi panza" (Antes que alguien de mi país empiece con el cuento de que sí es posible y entre en discuisiones, recuerden que cualquier momento en el que han hablado maravillas de su barriga "cervecera" han estado bajo mucha presión y la solución ha sido ser cómicos al respecto), más aún, siempre siento que hay un deseo de hacerla desaparecer, y dada la presión social que existe por ser delgado, bello, rubio y totalmente masificado, pues no me extraña que la gente siga escondiendo el orgullo.

Siendo una persona que históricamente ha sido "delgada" y que ahora tengo una barriga cervecera (cómo negar la triste realidad), también he estado bajo la presión de esconder mi panza, hasta que hace pocas semanas ví algo que aún cuando siempre he tenido a la vista no había detectado:

Una barriga embarazada es algo de total orgullo. No conozco al día de hoy una mujer embarazada que no esté orgullosa (algunas más, otra menos) de su barriga. Nadie juzga a una mujer embarazada, porque al final de cuentas, como especie, juzgar un embarazo es juzgar la supervivencia de la raza humana.

¿Y a qué viene todo esto?

A una simple y clara reflexión: todo en la vida es un tema de percepción...

Así que la próxima vez que te veas al espejo, piensa en el señor que está haciendo la parrilla, piensa en la señora embarazada que camina por la calle, piensa en el corredor y el momento en el que nada de eso importa, solo importa que estés orgulloso de lo que eres.
 
Yo estoy orgulloso de mi panza, ¿y tu?

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