martes, 9 de octubre de 2007

Think to much, think to little, let the life show the road



Si alguien preguntase si eres feliz: ¿serías capaz de responder sí sin ninguna duda?


Si alguien te viese a los ojos y preguntara: ¿Has hecho cosas tan alocadas que tenían todo el sentido del mundo? Podrías responder sin recordarlas con alegría?

Si vieses a alguien llorar: ¿ofrecerías tu hombro y tu comprensión sin pensar en ayudar?

Si sientieras que necesitas decir algo: ¿cuánto tiempo podrías callar tu alma sin que esta gritara desde lo más profundo de tu interior?

Si alguien te viera directamente a los ojos: ¿Podrías evitar el deseo de expresar, transmitir y sentir a la vez?

Si tuvieras la oportunidad de hacer algo que realmente cambie tu vida: ¿Podrías hacerlo sin ningún remordimiento?


Si tuvieras la oportunidad de corregir alguna decisión en tu vida: ¿Realmente lo harías?


Si hubiera una respuesta absoluta para todas estas preguntas: ¿Realmente importaría?

Para mí, lo divertido no es tener las respuestas, es el proceso de buscarlas.

Demasiadas preguntas, poco tiempo para responder, a ver que sale de todo esto, puede ser algo bueno, puede ser algo malo, a final de cuentas, la decisión depende de cada quien...

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