martes, 8 de julio de 2014

Fideicomiso emocional... O "Las primeras 8 semanas"

Nota inicial: Es impresionante encontrarse escribiendo un texto que no tiene audiencia. Te da toda la cancha libre posible para decir cualquier barbaridad y sabes que sin lugar a dudas nadie te va a leer.

Les voy a contar algo, y les aseguro que al final entenderán por qué estoy diciendo que he llegado al punto de que cualquier cosa que les diga en lo que estoy escribiendo no sirve para nada.

Convertirse en padre es toda una experiencia y estas primeras 8 semanas en mi nuevo rol me han hecho entender todo lo que me decían mis amigos que ya habían pasado por esto y que no los entendía.

Desde los consejos muy serios de padres múltiples:
"Hay que estar pendiente del pediatra" 
"Deberías ir pensando en un fondo de estudios"
Pasando por comentarios irónicos de otros padres primerizos
"Duerme ahora que uno no duerme hasta que el chamo se casa"
 "La única mierda que no huele mal es la del hijo propio"
Y terminando por los consejos sabios de nuestros padres
"No hay nada como los brazos de la mamá para tranquilizar al niño"
 "Nada de andar comiendo cosas rara... ahora a comer sanito todo el mundo en la casa"
Realmente les puedo decir que he cambiado mucho en las últimas 8 semanas. Pasé de ser persona a ser papá, y  eso no es cosa fácil.

Primero y primordial (no importa lo que ocurra) existe una persona que depende completamente de tí (y de tu pareja por suspuesto), así que eso de equivocarse y meter la pata es mucho más delicado ahora. Así que ahora hay que caminar por la calle del medio.

Segundo y secundario (chiste gramático), uno tiene que aprender a ser papá más rápido de lo que cree. La primera noche del bebé estuve despierto con él en brazos toda la noche para que estuviera calmado y mi esposa pudiera dormir. Nadie me dijo que tenía que hacerlo, pero fue totalmente instintivo.

Tercero y no último (debería ser menos payaso), desde el día en el que el bebé nace, todo el tiempo se está en una constante evaluación, porque aunque yo no lo creía, cada vez que estoy con mi hijo, me doy cuenta de que todo lo que estoy haciendo lo estoy haciendo pensando en el futuro de él, y de que tenga una oportunidad como la que yo tuve.

Eso significa que estoy generando un "Fideicomiso de vida" en él. 

Sin esperar nada a cambio.

Porque así somos los padres. Invertimos todo en nuestros hijos esperando lo mejor, pero sabiendo que puede salir cualquier cosa.

Y esta última idea mi querido lector, sin importar quien seas, no te va llegar, porque si usted forma parte de alguno de estos grupos:

  1. Es un padre
  2. No es un padre
Pues le comento que este escrito será totalmente inútil para usted, por una simple razón:
  1. Si es padre, todo lo que le estoy diciendo no es para nada nuevo.
  2. Y si no es padre, el nivel de empatía no esperaría que fuera muy alto.
Por lo que después de muchos años escribiendo, conseguí la forma de escribir algo que realmente no tiene audiencia. 

Así que les dejo una foto de mi chamo, porque la verdad es que estoy enamorado de ese enano y quiero ver cuántos de ustedes llegan hasta el final de este escrito.


3 comentarios:

Chigüire dijo...

Yo llegué hasta el final del cuento :-D

Astrid Salazar Siry dijo...

Estrategia de Marketing 102: NO LEAS ESTO (lo primero que haré será leerlo)

No sé lo que es ser padre/madre pero sin duda, sé que si un amigo quiere compartir su experiencia, la que sea, allí estaré escuchando atentamente.

Gracias por compartir tus descubrimientos, quizás para algunos no sean nuevos pero para tu hijo, serán los recuerdos más inolvidables.

Y con esto del Interneee, imagínatelo leyendo este artículo en unos 5 años (que ahora los niños no caminan, vuelan) en su ultraligero baby tablet. Bello!!!

Un abrazo para los tres.

Unknown dijo...

Muy buena reflexión....el ser padres es adentrarse a un mundo totalmente desconocido pero del que uno no quiere salir...hermoso tu niño..un abrazo, Maru